- Autor del artículo: · Kemanto ·
Valoro profundamente la colaboración y la sinergia entre la ciencia, el arte, las humanidades y la empresa, en una expresión moderna de polimatía. Creo firmemente en la potencia que se genera cuando estos campos se combinan para abordar los desafíos globales. La sostenibilidad, como un faro guía, gobierna esta unión, y veo en esta sinergia la clave para un futuro hermoso y sostenible para la humanidad.
La polimatía es un concepto que evoca la época dorada de los sabios del Renacimiento y la Ilustración, así como de eruditos que han brillado a lo largo de todos los tiempos. Constituye un faro de admiración en mi universo intelectual. En aquellos tiempos, los grandes eruditos tejían un manto de conocimiento que abarcaba múltiples disciplinas, una danza exquisita entre la ciencia, la filosofía y el arte. Esta danza, esta sinfonía de saberes, no solo enriquecía sus vidas, sino que también destilaba un elixir de genialidad en sus contribuciones al mundo. Hoy en día, nos encontramos en una encrucijada donde la especialización impera, y aunque esta senda tiene su valía, considero que la polimatía posee un valor singular que nos puede llevar mucho más allá en la búsqueda de soluciones que aporten mayores beneficios a la humanidad.
La polimatía, la búsqueda incesante del conocimiento en un abanico diverso de campos, trasciende los límites de la visión y la creatividad. Al abrazar la interconexión entre las disciplinas, despierta un sinfín de posibilidades y destapa la esencia misma de la innovación. Como los grandes polímatas de antaño, cuyas mentes desplegaban alas que abarcaban desde la anatomía hasta la ingeniería, o como Ibn Sina, cuyo intelecto se extendía como un río caudaloso por las tierras de la medicina y la filosofía, la polimatía sigue siendo un faro que ilumina el camino hacia la excelencia.
Por mencionar algunos de los innumerables ejemplos a lo largo de la historia, encontramos a polímatas como Leonardo da Vinci, un hombre que abarcó campos desde la anatomía hasta la ingeniería y dejó una huella imborrable en la historia. También, Voltaire, cuyos talentos abarcaron la filosofía, la literatura y la política, dejando una marca profunda en el pensamiento ilustrado. Isaac Newton, un genio de la física y la matemática, cuya ley de la gravitación universal sigue siendo fundamental en la ciencia moderna. Marie Curie, una destacada científica cuyos logros en la física y la química la convirtieron en la primera mujer en recibir un Premio Nobel y cuyo legado perdura en la investigación científica.
En nuestro mundo en perpetua mutación, la polimatía emerge como una llave maestra para descifrar los enigmas del presente. No debemos confinarnos en una sola torre del conocimiento; más bien, deberíamos alzar nuestro vuelo a través de las vastas constelaciones del saber humano. En esta exploración, la alquimia de la interdisciplinariedad puede dar a luz soluciones audaces y desencadenar una sinfonía de creatividad con un eco que llega a nuestra sociedad y más allá, dejando un legado perdurable de transformación positiva.
Esto no implica que la especialización carezca de mérito. Al contrario, es necesaria para alcanzar ciertos logros que solo pueden ser alcanzados por expertos, aquellos versados en un tema en particular. En un equipo de trabajo, debe haber expertos en cada uno de los campos abordados, pero también polímatas que posean conocimientos diversos y dirijan ese equipo. Por tanto, todos los líderes de equipo y dirigentes deberían practicar la interdisciplinariedad y, cuanto más sepan de diferentes campos, mayores logros obtendrá su equipo. ¿Por qué? Porque sabrán guiarlos y tendrán los conocimientos suficientes que les insuflarán la creatividad necesaria para tomar las mejores decisiones. Como me gusta decirlo: "con una vista de águila" que ve la presa desde mucha distancia. Esto es algo que una persona experta en un solo tema no puede lograr, ya que no posee esa "vista de águila". No obstante, es esencial que la persona especializada en un tema explique de manera exhaustiva a su líder polímata todos sus hallazgos, problemas y logros, para que este, junto con los hallazgos del resto del equipo y su formación multidisciplinar, pueda guiar al equipo por el camino que conduzca a alcanzar los máximos objetivos.
La polimatía no solo es un tributo a aquellos que han iluminado las páginas de la historia con su genialidad multidimensional, sino también una llamada a abrazar la diversidad del conocimiento y la interconexión de las disciplinas en nuestro viaje hacia un futuro más brillante, sostenible y enriquecedor.
Yo soy aprendiz de polímata, nunca he dejado de estudiar, es como una afición que tengo... Pero después de tantos años estudiando, estoy seguro de dos cosas: una, que aún no sé nada; y la otra, que siempre seré aprendiz, nunca me convertiré en el polímata que sueño.